Yarima: la nueva jaguar que trae esperanza a la biodiversidad del Magdalena Medio
El avistamiento de Yarima, una joven jaguar en el Magdalena Medio, renueva la esperanza para la supervivencia de la especie en Santander y podría marcar el inicio de una nueva generación de grandes felinos en la región.

Un inesperado avistamiento en el Magdalena Medio santandereano ha llenado de optimismo a ambientalistas y defensores de la fauna silvestre. Se trata de Yarima, una joven jaguar hembra que podría convertirse en pieza clave para el futuro de la especie en esta región.
El encuentro ocurrió el pasado viernes en la finca San Isidro, un punto estratégico en la vía entre Bucaramanga y Barrancabermeja, hábitat natural de al menos ocho jaguares. Allí, cámaras trampa instaladas para monitorear fauna captaron la imagen de una hembra desconocida para los investigadores.
Gustavo Gutiérrez, líder administrativo de Agroinversiones Ipacarai, relató que todo comenzó con el hallazgo de huellas más pequeñas que las del jaguar macho Pipatón, uno de los residentes habituales del sector. Tras revisar las grabaciones, confirmaron que se trataba de una hembra de entre dos y tres años, que exploraba el territorio con paso lento y olfateando el entorno, señal de que comenzaba a familiarizarse con su nuevo hogar.
El Magdalena Medio santandereano no solo es refugio de jaguares, sino también de especies como pumas, tigrillos, yaguarundíes, zorros perros, tamandúas, babillas y halcones peregrinos. Sin embargo, el jaguar es una de las más amenazadas, debido a la pérdida de hábitat y conflictos con humanos.
Desde 2016, la Fundación Cuidar La Tierra, liderada por el profesor Jhon Mario Flórez, ha seguido de cerca a los jaguares locales, identificando ejemplares como Jessy “la reina”, Luka, Balám, Eireté, Princesa Yuma, Onca, El Rey Opón y Pipatón. La ausencia de Jessy desde inicios de año preocupaba a los expertos, pero la llegada de Yarima podría significar una sucesión generacional.
“Es joven, probablemente descendiente de Jessy, y su presencia nos devuelve la esperanza de que la especie siga prosperando en esta zona”, señaló Flórez.
El nombre Yarima fue elegido en honor a la reina indígena del Cacique Pipatón, con la intención simbólica de unir su destino al del jaguar macho que lleva ese nombre, y así fortalecer la continuidad genética de la población.