Transversal del Carare: ¿la vía del progreso o el camino de los obstáculos?
Desde el corazón de Santander hasta las montañas de Boyacá, la Transversal del Carare no solo conecta territorios, sino también esperanzas de desarrollo y bienestar.

La Transversal del Carare, columna vertebral para la conexión entre Boyacá y Santander, enfrenta un reto crítico. A pesar de inversiones millonarias y constantes intervenciones por parte del Invías, los deslizamientos y el deterioro estructural mantienen en jaque la transitabilidad de esta vía vital. La región exige respuestas claras y soluciones definitivas para transformar esta ruta, hoy vulnerable, en un corredor seguro y próspero.
La Transversal del Carare es más que una ruta vial; es el puente entre la economía agrícola de Boyacá y la dinamización comercial de Santander. Sin embargo, los tramos entre Vélez y Landázuri, y otras zonas críticas, han convertido este corredor en una odisea para quienes la transitan. Entre derrumbes recurrentes, caída de rocas y cierres inesperados, miles de familias y comerciantes ven amenazada su movilidad y sustento diario.
Lo que está pasando
• Deslizamientos constantes: Los habitantes denuncian la frecuencia de emergencias, como la caída de una enorme roca en Gualilo el pasado 29 de junio, que paralizó la vía por horas.
• Deterioro estructural: Puentes en mal estado, pavimento insuficiente y drenajes deficientes han causado el deterioro acelerado de este corredor.
• Esfuerzos del INVÍAS: Aunque se reportan avances, como la pavimentación parcial de tramos y construcción de muros de contención, las intervenciones actuales solo atacan emergencias y no el problema de fondo.
• Clamor de la comunidad: Vecinos y veedurías exigen informes claros, recursos suficientes y una solución definitiva; la vigilancia ciudadana se fortalece ante la sensación de abandono.
• Nuevos recursos y retos: El Instituto Nacional de Vías ha pedido la estructuración de un documento CONPES para respaldar la gestión de casi 560 mil millones de pesos, orientados a una rehabilitación integral.
Un conflicto entre expectativas y realidad
La inversión pública ronda los 129.000 millones de pesos en los últimos años y ha permitido ciertas mejoras. No obstante, los habitantes aseguran que hasta ahora ninguna intervención ha logrado garantizar una carretera segura, continua y óptima para el transporte de productos y pasajeros. Las autoridades locales y el gobernador reclaman un compromiso auténtico y una planeación con visión a largo plazo, acompañada de transparencia y diálogo directo con la comunidad.
¿Hacia dónde va la Transversal del Carare?

Mientras las autoridades prometen nuevos recursos y obras, en la vía se respira la urgencia de un cambio estructural. Boyacá y Santander dependen de la transformación de este corredor para el desarrollo de sus economías y la seguridad de sus poblaciones. La solución no puede postergarse: se requiere una acción concreta, supervisada y sostenible, que convierta este “camino de obstáculos” en la verdadera vía del progreso regional.