Temor en Piedecuesta: bandera del ELN en subestación de energía reaviva dudas sobre seguridad
El hallazgo de una bandera del ELN en Piedecuesta desató miedo en la comunidad y cuestiona la efectividad de las autoridades: ciudadanos reclaman más presencia y acompañamiento, porque la violencia sigue tocando las puertas del área metropolitana.

La aparición de una bandera del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Piedecuesta, municipio del área metropolitana de Bucaramanga, encendió todas las alarmas ciudadanas. El hallazgo se dio en la subestación de energía de Guatiguará, un corredor estratégico para la región, donde hasta ahora no se registraba presencia de este grupo armado ilegal.
Vecinos reportaron el hecho con preocupación, ante el temor de que estuviera acompañado de artefactos explosivos. La Policía y el Ejército acudieron de inmediato, retiraron la bandera y descartaron cualquier riesgo de detonación. Sin embargo, el temor ya estaba sembrado.
Una señal inquietante
Aunque el incidente fue controlado rápidamente, el trasfondo no puede minimizarse. El ELN mantiene fuerte injerencia en el Magdalena Medio y su propaganda armada busca expandir el miedo a zonas donde no tienen presencia consolidada. Que Piedecuesta —a pocos minutos de Bucaramanga— aparezca en ese mapa es un golpe simbólico contra la tranquilidad de la ciudadanía.
“Queremos más presencia de la Fuerza Pública porque estos símbolos generan miedo y nos recuerdan que aquí la violencia no se ha ido”, dijo un residente de Guatiguará. La sensación es compartida: si son capaces de instalar una bandera en plena subestación de energía, ¿qué viene después?
Autoridades en la mira
La Policía Metropolitana anunció que revisará cámaras de seguridad para dar con los responsables. El Ejército, por su parte, reforzó patrullajes en el sector y la vigilancia de infraestructura crítica. No obstante, la comunidad exige más que operativos coyunturales: quieren estrategias permanentes de prevención y control.
Hasta ahora, las autoridades recuerdan que los ciudadanos pueden denunciar actividades sospechosas a través de las líneas del Gaula y la Policía. Pero la gente de a pie insiste en que esas medidas no bastan: lo que reclaman es presencia constante, no respuestas reactivas.
El coletazo del conflicto
El hecho demuestra que Santander sigue sintiendo el eco del conflicto armado, especialmente desde el Magdalena Medio, donde el ELN ha mantenido históricamente sus estructuras. La bandera retirada en Guatiguará es un mensaje político que busca marcar territorio, sembrar miedo y dejar en entredicho la capacidad del Estado para garantizar seguridad.