Tan malo es el alcalde de Floridablanca que hasta las drogas entran a los colegios

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Floridablanca se hunde: bajo el mando del alcalde Sánchez, las drogas ya circulan dentro de los colegios. Padres indignados, niños en riesgo y una administración incapaz de controlar la crisis.

Tan malo es el alcalde de Floridablanca que hasta las drogas entran a los colegios
Floridablanca ya no solo es sinónimo de caos administrativo, obras inconclusas y promesas incumplidas. Ahora, bajo la nariz del alcalde José Fernando Sánchez Carvajal, las drogas se pasean por los colegios del municipio como si fueran parte del plan de estudio.

Cuatro colegios bajo sospecha

La propia Secretaría del Interior reconoció que en al menos cuatro instituciones educativas los mismos estudiantes estarían ingresando y distribuyendo estupefacientes dentro de las aulas. Sí, mientras los niños deberían estar aprendiendo matemáticas o ciencias, la administración municipal admite que podrían estar consumiendo sustancias psicoactivas en los pupitres.

Y mientras esto ocurre, el alcalde parece más ocupado en su show de fotos y discursos vacíos que en garantizar entornos seguros para los jóvenes del municipio.

La estrategia de siempre: pañitos de agua tibia

El secretario del Interior, Andrés Norberto Ardila, salió a decir que están “intensificando Entornos Seguros” y que ahora hasta llevan perros antidrogas a los colegios. Pero la pregunta es inevitable: ¿cómo llegamos al punto de tener que mandar caninos a las escuelas porque el alcalde no es capaz de garantizar lo básico: seguridad para los estudiantes?

La administración promete investigaciones, controles y operativos. Lo mismo de siempre. Pura reacción tardía, mientras la realidad es que las drogas ya entraron, ya se consumen y ya se distribuyen en las instituciones educativas.

Una ciudad sin rumbo

Lo más indignante es que ni siquiera se revelan los nombres de los colegios, como si con ocultar la información fueran a tapar la gravedad del problema. Entre tanto, los padres viven con miedo de que sus hijos terminen atrapados en un ambiente escolar envenenado por la droga y la indiferencia oficial.

Floridablanca, que debería ser ejemplo en educación y protección a la niñez, hoy da vergüenza: un municipio donde los estudiantes pueden estar compartiendo aula con jíbaros adolescentes mientras el alcalde mira para otro lado.