
Santander
Desde la Asamblea de Santander exigen respeto por la mujer, pero callan cuando el diputado Alfredo Ariza trató de “malparida” a su esposa y un gestor de Floridablanca que apuñaló a su esposa.
La Asamblea de Santander exige respeto por la mujer, pero calla cuando un diputado llamó “malparida” a su esposa. Esa incoherencia deslegitima cualquier pronunciamiento y evidencia la doble moral en la política santandereana.