Se lo comió un hueco en Guadalupe: tragedia en Las Gachas
Un joven murió al ser tragado por una de las cavidades de Las Gachas, en Guadalupe. La tragedia revive las críticas por la falta de seguridad en este emblemático destino turístico.
Lo que debería ser un paraíso natural y orgullo turístico de Santander, terminó convertido en escenario de tragedia. Este domingo 29 de septiembre, Yeiner Alexander Ochoa Vesga, un joven de 27 años, natural de Piedecuesta, perdió la vida en los famosos “jacuzzis naturales” de la quebrada Las Gachas, en Guadalupe.
Según testigos y amigos del fallecido, el joven ingresó a una de las cavidades naturales y nunca volvió a salir. La emergencia generó pánico entre turistas y residentes, que vieron cómo la visita a este sitio emblemático se transformaba en horror.
La angustia y el hallazgo
La reacción de las autoridades fue inmediata: Defensa Civil, Policía Nacional, personal del Hospital Nuestra Señora de Guadalupe, bomberos de Oiba y guías turísticos unieron esfuerzos para buscarlo. Tras varios minutos de desesperación, el cuerpo fue encontrado sin vida.
La noticia sacudió a toda la región. La Alcaldía de Guadalupe emitió un comunicado lamentando el hecho y expresando condolencias a la familia. Sin embargo, el dolor de la comunidad es evidente: ¿de qué sirve promocionar el turismo si no se refuerzan las medidas de seguridad en lugares con riesgos tan evidentes?
Falta de control y advertencias ignoradas
El secretario del Interior de Santander, Óscar Hernández, fue enfático en señalar que Las Gachas, aunque es un atractivo natural de enorme valor, también representa un alto riesgo para quienes no cuentan con las condiciones necesarias para estas actividades. Insistió en la urgencia de reforzar las medidas preventivas y en la necesidad de una investigación de la Fiscalía.
Lo cierto es que no es la primera vez que una tragedia ocurre en espacios turísticos de la región. Apenas el día anterior, en Barrancabermeja, una mujer falleció por inmersión en la ciénaga San Silvestre.
Un paraíso convertido en amenaza
Las Gachas, promocionado como “el Caño Cristales de Santander”, es visitado cada fin de semana por cientos de turistas que buscan la experiencia única de sus huecos naturales. Pero lo que debería ser un símbolo de vida y turismo responsable, se ha convertido en una trampa mortal ante la ausencia de controles efectivos, señalización adecuada y planes de seguridad estrictos.
Hoy la pregunta no es solo cómo murió Yeiner Ochoa, sino cuántas muertes más deberán ocurrir para que la administración municipal y departamental dejen de lavarse las manos con comunicados y actúen con hechos concretos.