Santander sigue aislado por tierra: caos total en la vía Bucaramanga – Barbosa y nadie responde
La carretera entre Bucaramanga y Barbosa colapsa cada semana sin que el Gobierno Nacional ni los representantes del departamento den la cara. Lo que debería ser un eje vial estratégico se ha convertido en una pesadilla para miles de santandereanos.
La vía Bucaramanga – Barbosa sigue siendo un retrato del abandono estatal en Santander. El caos vial es diario, las soluciones son nulas, y el silencio de las autoridades grita más fuerte que los motores atrapados en el barro.
El sur de Santander está colapsado. Una vez más, la vía que conecta Bucaramanga con Bogotá —específicamente en el tramo hacia Barbosa— se convierte en un infierno para conductores, pasajeros y transportadores, debido al deterioro alarmante de la carretera.
Aunque los bloqueos no son formales, el caos es total: pasos restringidos, tramos a un solo carril, huecos que parecen cráteres, y colas interminables son el pan de cada día. Y lo más grave: esta situación no es nueva. Las comunidades llevan años denunciando el pésimo estado de este corredor vial, y aunque ha habido intervenciones parciales, la verdad es que nada ha cambiado.
🚧 ¿Dónde están los planes viales de impacto?
🚧 ¿Dónde están las inversiones estructurales prometidas por el Gobierno Nacional y los congresistas del departamento?
La provincia de Vélez, fundamental para la conexión entre Santander y Boyacá, sigue atrapada en una red vial obsoleta, abandonada y peligrosa. Cada día de negligencia es una carga más para la economía local, para los campesinos que transportan sus productos, y para los ciudadanos que simplemente quieren movilizarse con dignidad.
No se trata solo de una vía rota: es el reflejo de un departamento sin vocería efectiva, sin gestión real ante la Nación, y sin presión política que exija soluciones estructurales. La desconexión de Santander no es solo geográfica… es institucional.
