Sacan la basura, pero no los problemas: Floridablanca limpia un botadero mientras la ciudad sigue atrapada en el desorden
Limpian un botadero ilegal en Floridablanca, pero las vías siguen colapsadas, el espacio público invadido y las obras de infraestructura brillan por su ausencia. La administración Sánchez Carvajal, una de las más vacías en gestión real.

Mientras el alcalde José Fernando Sánchez celebra la limpieza de un botadero ilegal en La Cumbre, los ciudadanos siguen esperando soluciones reales a la movilidad colapsada, la ocupación del espacio público y la ausencia total de obras de infraestructura.
Más de 300 toneladas de basura, escombros e inservibles fueron retiradas del botadero ilegal ubicado en el acceso al barrio La Cumbre de Floridablanca. El operativo, liderado por la Alcaldía y ejecutado por la Oficina de Gestión Ambiental, la Secretaría de Infraestructura y la EMAF, fue presentado por el alcalde José Fernando Sánchez Carvajalcomo un “acto de amor por la ciudad”.
“Se había convertido en un hijo de El Carrasco. Por la falta de amor, sentido de pertenencia por la ciudad”, dijo el mandatario, quien además pidió a la comunidad que ayude a identificar a quienes arrojan basura.
Pero mientras se barren las calles, los verdaderos residuos de esta administración no están en los botaderos, sino en las promesas incumplidas: Floridablanca padece una de las peores congestiones vehiculares del área metropolitana, la ocupación ilegal del espacio público ahoga las aceras y los andenes, y no se ha iniciado una sola obra de infraestructura relevante en los primeros siete meses de gobierno.
En medio de los discursos sobre “orden”, la ciudadanía no encuentra orden en las vías, en los tiempos de los semáforos, en el caos del transporte escolar o en las salidas a Piedecuesta y al anillo vial. No hay soluciones para el comercio informal ni planes concretos de recuperación de andenes y espacios para peatones. Tampoco se ha presentado públicamente una hoja de ruta para el desarrollo de obras viales o comunitarias.
“No basta con recoger la basura si no se recoge la voluntad de gobernar con visión”, dicen líderes comunales que ven con frustración cómo el gobierno de Sánchez Carvajal se hunde en el vacío de la inacción, más preocupado por operativos simbólicos que por resultados estructurales.