Sabotaje y obsolescencia: así amenazan la movilidad de Bucaramanga
Especialistas explican que cortes de energía y variaciones en el voltaje dañan los circuitos de control semafórico, dejándolos en modo intermitente o totalmente fuera de servicio durante largos períodos.

En ocho intersecciones clave de Bucaramanga, semáforos apagados por fallas y atentados deliberados mantienen en jaque a buena parte de la ciudad, aumentando la congestión y poniendo en riesgo la seguridad vial.
Las autoridades de Bucaramanga confirmaron que sectores como Real de Minas, Avenida Quebrada Seca y las carreras 9, 15 y 33 presentan semáforos apagados por fallas eléctricas o sabotajes, mientras que solo ocho intersecciones han sido reportadas oficialmente. Especialistas explican que cortes de energía y variaciones en el voltaje dañan los circuitos de control semafórico, dejándolos en modo intermitente o totalmente fuera de servicio durante largos períodos.
Sin embargo, la problemática va más allá de la obsolescencia. El alcalde Jaime Andrés Beltrán denunció un acto deliberado de sabotaje ocurrido el fin de semana: dos hombres ingresaron a una alcantarilla cerca de la Iglesia del Perpetuo Socorro, donde confluyen cables de diez intersecciones, y procedieron a desconectarlos sin robarlos, pero dejando fuera de funcionamiento cruciales semáforos.
El comandante de la Policía Metropolitana, general Henry Yesid Bello, confirmó que los agresores manipularon cableado estratégico y no actuaron por hurto común, lo que permite presumir una intención criminal para generar caos vial. Además, en la carrera 22 con calle 45 se registró el acceso y apertura de paneles de semáforos sin robo de componentes, otra señal de intencionalidad criminal.
Desde Tránsito, el director Jhair Manrique calificó estos hechos como sabotajes “planificados, no aislados ni cometidos por habitantes de la calle”, ya que ocurrieron en las carreras 15 y 33 en días consecutivos. Además, reconoció que la infraestructura semafórica es obsoleta y sin soporte económico: los sistemas más avanzados datan de donaciones de Bogotá hace una década y el cableado sigue siendo de cobre, altamente vulnerable ante fluctuaciones eléctricas.
Los concejales Cristian Reyes y Robin Hernández presentaron iniciativas para modernizar la red: renovar cableado por fibra óptica, incorporar tecnología LED, sensores de conteo vehicular y botones peatonales para priorizar desplazamientos seguros, especialmente para discapacitados y adultos mayores. El proyecto, estimado a cuatro años, podría financiarse con recursos del impuesto vehicular, según Reyes.
Mientras tanto, ciudadanos y autoridades hacen un llamado urgente a reportar actos vandálicos y exigir la reacción de los cuerpos de seguridad. De no actuar con prontitud, la decisión criminal y el deterioro técnico amenazan con agravar el colapso de movilidad en la ciudad.