Peligros ocultos: edificios sin medidas de seguridad ponen en riesgo vidas y patrimonio
La falta de medidas de seguridad en edificios y conjuntos residenciales de Bucaramanga pone en riesgo vidas y patrimonio. Expertos advierten que la omisión de protocolos básicos puede desencadenar tragedias y demandas millonarias.

El déficit de medidas de seguridad en edificios residenciales y comerciales de Bucaramanga y el área metropolitana preocupa a expertos y autoridades. La falta de inversión en sistemas de prevención dentro de la propiedad horizontal ha derivado en accidentes, indemnizaciones y daños en zonas comunes, que podrían haberse evitado con una adecuada planeación.
Seguridad, el punto ciego en la propiedad horizontal
Aunque las administraciones suelen concentrarse en aspectos de mantenimiento, recaudo y conservación, dejan de lado medidas clave para proteger la vida y el patrimonio de los copropietarios. “La omisión de protocolos básicos convierte a los conjuntos en escenarios de riesgo constante”, advierten especialistas en gestión de riesgos.
Entre las falencias más comunes se encuentra la ausencia de revisiones anuales a las redes contra incendios, falta de botiquines y camillas, señalización deficiente, inexistencia de planes de evacuación y ausencia de elementos obligatorios como desfibriladores (DEA) en edificios de más de 100 unidades.
Las medidas mínimas que deben cumplirse
Expertos señalan que todos los conjuntos y edificios deben cumplir al menos con las siguientes disposiciones de seguridad:
- Control estricto de contratistas y empleados frente a normas de seguridad.
- Botiquín de primeros auxilios y camillas cuando la ley lo exija.
- Demarcación vial en parqueaderos para evitar accidentes.
- Alarmas de emergencia en funcionamiento.
- Clasificación de residuos conforme a normas ambientales.
- Revisiones periódicas a servicios públicos como gas, agua y energía.
- Mantenimiento de ascensores certificado.
- Cumplimiento del seguro obligatorio previsto en la Ley 675 de 2001.
- Habilitación de piscinas, saunas y otros bienes comunes acorde a la ley.
Además, se recalca la importancia de realizar fumigaciones periódicas, lavado de tanques semestral, y de garantizar equipos como sillas de ruedas en casos necesarios.
Un riesgo legal y patrimonial
El abogado Ramiro Serrano, experto en propiedad horizontal, advierte que “el desconocimiento o desinterés de las administraciones frente a la seguridad puede terminar en tragedias, con consecuencias legales y patrimoniales para los copropietarios”. Añade que limitarse a exhibir certificaciones en papel sin ejecutar de fondo un Sistema de Gestión en Seguridad y Salud en el Trabajo (SGSST) es exponer a los conjuntos a un colapso financiero y jurídico.
La responsabilidad está claramente definida en la Ley 675: la asamblea debe presupuestar, el consejo de administración debe supervisar, y el administrador está obligado a velar por la ejecución efectiva de los sistemas de prevención.
Un llamado urgente
La reflexión es clara: no se trata solo de cumplir con la norma, sino de proteger la vida. La omisión de medidas básicas de seguridad en los edificios es un peligro silencioso que puede transformarse en tragedia. La prevención es la única forma de evitar que las áreas comunes terminen convertidas en escenarios de muerte o en demandas millonarias que afecten a toda la comunidad.