Paro arrocero en Colombia: agricultores mantienen bloqueo nacional y exigen soluciones urgentes
Miles de arroceros en Colombia mantienen un paro nacional indefinido desde el 14 de julio, con bloqueos en vías clave de varios departamentos.

Miles de productores arroceros en Colombia iniciaron un paro nacional indefinido desde el 14 de julio, bloqueando vías principales en varios departamentos para exigir al Gobierno cumplir acuerdos pendientes y establecer un precio mínimo justo para el arroz, ante la grave crisis que enfrentan por el desplome de los precios y el aumento de los costos de producción.
Desde el pasado 14 de julio, miles de productores arroceros de varios departamentos han iniciado un paro nacional indefinido, que incluye bloqueos parciales y totales en vías clave como las de Tolima, Huila, Córdoba, Meta y Arauca. Los manifestantes denuncian el desplome de los precios del arroz, cuyo valor actual no cubre los costos de producción, lo que pone en riesgo la subsistencia del sector.
El gremio reclama el incumplimiento de acuerdos firmados en marzo de este año, entre ellos la creación de fondos compensatorios y medidas contra el contrabando y las importaciones que afectan la producción nacional. Además, exigen la fijación de un precio mínimo adecuado para la carga de arroz, que actualmente oscila entre 170.000 y 185.000 pesos, muy por debajo de los costos reales.
El paro ha provocado cierres en puntos estratégicos como Saldaña (Tolima), vías hacia Neiva y Bogotá, y sectores del Meta y Huila, afectando la movilidad y el abastecimiento de alimentos en varias regiones. A pesar de las protestas, hasta el momento no se han instalado mesas de negociación formales con el Gobierno, lo que ha aumentado el malestar entre los agricultores y la posibilidad de un endurecimiento de las medidas.
Las organizaciones arroceras advierten que, si no reciben respuestas concretas, podrían mantener los bloqueos hasta 20 días, con graves consecuencias para la cadena logística y la economía rural. La Ministra de Agricultura ha expresado disposición al diálogo, aunque no se ha concretado avance en las negociaciones.
El paro refleja una crisis estructural en la agricultura nacional, derivada del desequilibrio entre los costos de producción y los precios de mercado, sumada a la falta de protección efectiva frente a la competencia internacional y el contrabando.
Este conflicto continúa en desarrollo y genera gran expectativa sobre la respuesta que dará el Gobierno para atender las demandas del sector arrocero.