Neomundo, al borde del colapso: denuncian pérdidas millonarias y pésima gestión de Tatiana Pardo
¿Seguirá Bucaramanga soportando a una gerente cuestionada en Neomundo, mientras las pérdidas millonarias se esconden bajo el tapete de los gremios?
El futuro de Neomundo, el centro de convenciones más importante de Santander, está en el ojo del huracán. Lejos de ser el modelo de gestión ejemplar que algunos gremios insisten en vender, lo que reflejan las cifras es un verdadero desastre administrativo bajo la gerencia de Tatiana Pardo.
Un balance en rojo que quieren ocultar
De acuerdo con las denuncias del abogado y periodista Óscar Jahir Hernández, la administración de Pardo presenta pérdidas contables del -10,46 %, con gastos que ya alcanzan el 96 % de los ingresos, es decir, un 26 % por encima de lo presupuestado. A esto se suma que los excedentes de Neomundo han caído un 67 %, dejando a la entidad sin reservas estratégicas para enfrentar una eventual caída en la facturación.
La situación es tan grave que el déficit contable supera los 1.157 millones de pesos, cifras que, según Hernández, han sido sistemáticamente ocultadas a la opinión pública.
“¿Quiénes se quedaron en el 2024 con más de 10.652 millones de pesos de Neomundo?”, cuestionó Hernández en sus redes sociales, denunciando lo que calificó como un manejo oscuro y poco transparente de los recursos de la entidad.
La “defensa” gremial: maquillaje frente a la realidad
Mientras las alarmas suenan por los malos manejos, algunos gremios han salido a blindar a Pardo con discursos cargados de elogios que poco corresponden con las cifras reales. Se habla de ingresos de $13.000 millones y de un supuesto impacto económico de más de $114.000 millones, pero en la práctica lo que se esconde son las pérdidas, la ineficiencia y la falta de planeación.
El maquillaje de cifras no alcanza a tapar que Neomundo es hoy un elefante blanco financiero, dirigido sin control y con una estrategia que ha llevado a gastar más de lo que se recauda.
Una gerencia en cuidados intensivos
Tatiana Pardo, quien completa cuatro años en el cargo, ha sido señalada de administrar Neomundo con criterios improvisados, sin generar reservas ni estrategias reales de sostenibilidad. Aunque se ufana de haber diversificado la oferta de servicios, la realidad es que los números no cuadran y la entidad se sostiene con alfileres mientras las pérdidas se multiplican.
Con estas denuncias sobre la mesa, la reunión extraordinaria de la junta directiva de este viernes no debería centrarse en prolongar un modelo fracasado, sino en tomar decisiones de fondo que eviten que Neomundo siga siendo un barril sin fondo que devora recursos de Bucaramanga y del departamento.
La pregunta de fondo es clara: ¿seguirá Bucaramanga soportando a una gerente cuestionada, mientras las pérdidas millonarias se esconden bajo el tapete de los gremios?