Málaga por fin respira: nuevo embalse garantiza agua y pone fin a los “veranos del olvido” en García Rovira
Málaga celebra: con dos nuevos embalses y más de $10 mil millones invertidos, el municipio asegura agua por 25 años y deja atrás los veranos de la sed.
    Después de años de padecer cortes interminables y camiones cisterna que apenas alcanzaban a llenar unas cuantas canecas, Málaga al fin podrá dormir tranquila.
El gobernador Juvenal Díaz entregó las obras del Embalse No. 1 y la construcción del Embalse No. 2, proyectos que le devuelven la dignidad hídrica a la capital rovirense y marcan un antes y un después en la historia del agua en Santander.
Con una inversión de $10.354 millones gestionados por la Empresa de Servicios Públicos de Santander (Esant), el municipio duplicará la continuidad del servicio de 6 a 12 horas diarias, beneficiando directamente a más de 18.000 habitantes. “Esta es una obra que no solo da agua, sino desarrollo. Málaga hoy tiene autonomía hídrica y futuro”, afirmó el gobernador Díaz, quien no ocultó su orgullo por una de las intervenciones más esperadas del oriente santandereano.
La gerente de la Esant, Nohora Cristina Flórez, destacó que con este nuevo sistema, Málaga tendrá 25 años de tranquilidad en abastecimiento, incluso en los veranos más fuertes. “Le estamos cumpliendo a la gente con soluciones reales, no con promesas”, puntualizó.
El proyecto, que incluyó optimización de redes, obras de contención y modernización de compuertas, fue posible gracias al trabajo conjunto entre el Gobierno Nacional, la Gobernación de Santander y la Alcaldía de Málaga, una articulación poco frecuente pero necesaria en un territorio donde las sequías golpean con dureza.
Más obras para García Rovira
El progreso no se detiene en Málaga. En el municipio de Concepción, la Esant entregó una moderna Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), con una ejecución del 99 %, que reducirá la contaminación del río y mejorará la salud ambiental de más de 3.000 habitantes.
En Villanueva, avanza en un 85 % la construcción de un pozo profundo en la vereda El Caucho, que garantizará un suministro continuo al casco urbano; mientras que El Cerrito ya cuenta con un alcantarillado completamente renovado, beneficiando a otras 3.000 personas y reduciendo riesgos sanitarios históricos.
Conclusión:
Málaga y toda García Rovira comienzan a dejar atrás los años de escasez, protestas y racionamientos. El agua, ese bien que se volvió lujo en tiempos de olvido, hoy fluye como símbolo de esperanza y desarrollo.