Lina Barrera: silencio cómplice frente al abandono de Santander mientras busca regresar al Congreso
Lina Barrera ha mantenido un silencio incómodo frente al evidente abandono de Santander durante el gobierno de Gustavo Petro. Mientras la región enfrenta carencias urgentes, ella privilegia sus aspiraciones políticas para regresar al Congreso.

Lina Barrera ha permanecido en silencio ante el abandono de Santander durante el gobierno de Petro. Mientras la región sufre, ella enfoca sus energías en regresar al Congreso, demostrando una desconexión preocupante con las necesidades de su comunidad.
Lina Barrera, exrepresentante a la Cámara por Santander y expresidenta de ENTerritorio, enfrenta críticas por su silencio frente al evidente abandono de la región de Santander durante el gobierno de Gustavo Petro, periodo en el que, a pesar de su cercanía con el poder, no se han visto soluciones contundentes ni una gestión firme que atienda las urgentes necesidades provinciales.
Barrera renunció a ENTerritorio en marzo de 2025 aduciendo motivos personales, y maneja la posibilidad de regresar a la política electoral como candidata a la Cámara de Representantes en las elecciones legislativas próximas, lo cual genera cuestionamientos sobre sus prioridades y compromiso real con la comunidad.
Su trayectoria política como antigua representante (2010-2018) y su paso por las administraciones tanto de Iván Duque como de Gustavo Petro no se han traducido en un liderazgo efectivo frente a las carencias que enfrenta Santander. Más bien, su participación se percibe ligada a una política de élite, con una influencia limitada en la transformación territorial y sin un posicionamiento crítico ni activo frente a la ausencia de resultados tangibles para la región en el actual gobierno.
Esta estrategia de silencio y discreción contrastan con las altas expectativas que la población tenía sobre su gestión, ahora opacadas por el vacío de acciones concretas y su aparente cálculo político para retornar al Congreso, lo que algunos analistas ven como una apuesta personal más que un compromiso genuino con el desarrollo provincial.
En suma, Lina Barrera representa un caso emblemático de la política regional donde el maquillaje del poder y las aspiraciones electorales parecen primar sobre el trabajo real, la transparencia y la defensa activa de los intereses del departamento de Santander en un momento clave para su futuro. Este escenario alimenta la crítica hacia una clase política que insiste en repetir esquemas tradicionales, mostrando poca voluntad para atender las demandas reales y urgentes de sus territorios. "Por Amor a Santander".