Hasta los camioneros hacen el trabajo del Estado! Transportadores tapan huecos mientras Petro y sus petristas siguen hablando basura
Cansados del abandono, transportadores en Santander tapan los huecos que el Gobierno Petro no arregla. Mientras tanto, los petristas siguen hablando y el país se sigue cayendo a pedazos.
    Mientras el presidente Gustavo Petro se dedica a sus eternos discursos, peleas en redes sociales y convocatorias de marchas inútiles, el país se cae a pedazos —literalmente—. En Santander, los transportadores tuvieron que convertirse en obreros improvisados para tapar los cráteres que dejó la desidia del Gobierno Nacional en la vía que conecta a Oiba con San Gil, una de las más transitadas del departamento.
Cansados de esperar soluciones que nunca llegan, conductores de camiones, buses, busetas, motos y hasta carros particulares se unieron para hacer lo que el INVÍAS y el Ministerio de Transporte no hacen: reparar la carretera con sus propios recursos. Compraron asfalto, se organizaron y comenzaron a tapar huecos en los sectores de El Terán y El Macanillo, donde los accidentes ya eran pan de cada día.
“Ha habido muchos accidentes, carros volcados, motos accidentadas, parecía un campo minado”, dijo indignado Deivi Cárdenas García, transportador de carga que participó en la jornada.
Con el apoyo de la Alcaldía de El Socorro y los Bomberos, los conductores avanzan por tramos mientras los políticos —de Bogotá a Bucaramanga— se pelean por puestos y contratos. Nadie del Gobierno Nacional se ha aparecido por la zona, ni siquiera para ver cómo los santandereanos se las arreglan para sobrevivir al abandono estatal.
El colmo es que esta es una vía nacional, la misma por la que transitan miles de vehículos rumbo a Bogotá. Pero, al parecer, para los burócratas de escritorio en la capital, Santander no existe más allá de los discursos.
Los transportadores aseguran que seguirán los trabajos en el sector de El Luchadero, con su propio dinero, porque ya no creen en las promesas del Gobierno ni en los “planes de reparación” que nunca llegan.
Mientras tanto, Petro sigue en campaña eterna, hablando del “poder constituyente”, de Uribe, de Trump o del capitalismo, mientras los colombianos —los que madrugan y trabajan— tapan los huecos que deja su ineptitud.