Hallan sin vida a Darwin Sánchez, joven desaparecido en el río Carare mientras buscaba esmeraldas
El hallazgo del cuerpo de Darwin Sánchez en el río Carare cierra una búsqueda marcada por la incertidumbre. Su muerte revive las alarmas sobre la inseguridad y los riesgos mortales que enfrentan quienes, sin protocolos ni supervisión, se adentran a las aguas en busca de esmeraldas.
Tras dos días de intensa búsqueda, fue encontrado el cuerpo de Darwin Sánchez en el corregimiento de Santa Rosa, Cimitarra, Santander. El joven había desaparecido el 13 de agosto mientras se sumergía en las aguas del río Carare en busca de esmeraldas, actividad que, según versiones de la comunidad, realizaba acompañado de otras personas cuya identidad aún no ha sido esclarecida.
La mañana de este viernes 15 de agosto medios regionales confirmaron el hallazgo sin vida de Darwin Sánchez, quien había desaparecido el pasado miércoles en el sector Playa de Mata de Cacao, vereda El Valiente, municipio de Cimitarra. De acuerdo con testigos, una fuerte corriente lo arrastró río abajo mientras realizaba labores de búsqueda de esmeraldas.
La desaparición movilizó a la comunidad y a organismos de socorro, que durante dos días recorrieron las veredas El Valiente, Vinagre, Santa Rosa, Número Siete, el kilómetro 12 del río Carare y Puerto Araujo, sin éxito hasta la mañana del hallazgo.
Vecinos de la zona describen a Sánchez como un joven trabajador, amable y educado, pero también insisten en la necesidad de esclarecer con quién se encontraba el día de los hechos y en qué condiciones se dio su ingreso al río. La ausencia de información oficial sobre sus acompañantes abre interrogantes sobre los riesgos y la informalidad que rodean esta actividad minera en la región.
Contexto de riesgo en el río Carare
La cuenca del Carare ha sido históricamente escenario de actividades de barequeo y búsqueda de piedras preciosas. Sin embargo, la práctica, realizada de manera artesanal y sin condiciones de seguridad, ha derivado en múltiples accidentes y muertes por inmersión. Autoridades locales han advertido sobre la peligrosidad de la corriente, pero la falta de alternativas económicas mantiene a decenas de habitantes expuestos a este tipo de tragedias.