Habrá terna, pero no alcalde: Bucaramanga seguirá sin elecciones hasta 2026
Aunque se conoció la terna para alcalde encargado, Bucaramanga no tendrá elecciones este año. Todo apunta a que la ciudad seguirá en interinidad hasta 2026, entre objeciones, nulidades y un caos político que parece no tener fin.
Bucaramanga vuelve a quedar en un limbo político. Aunque ya se conoció la terna para designar el alcalde encargado, todo indica que no habrá elecciones atípicas este año, y la ciudad seguirá bajo interinidad hasta 2026, cuando se realicen las elecciones locales ordinarias.
El proceso, que debía definir al reemplazo temporal del destituido Jaime Andrés Beltrán, se enredó apenas unas horas después de conocerse los nombres propuestos por la coalición Defendamos BGA. La terna —integrada por Cristian Portilla, Magda Patricia Suárez y Javier Sarmiento Olarte— ya fue objetada por una veedora nacional del partido Colombia Justa Libres (CJL), quien denunció irregularidades en el aval otorgado a uno de los candidatos.
La objeción, amparada en una certificación del Consejo Nacional Electoral (CNE), advierte que no se cumplió el procedimiento interno exigido por los estatutos del partido. En otras palabras, la postulación carece de validez y podría declararse nula. Esto implica que el gobernador Juvenal Díaz Mateus no podrá hacer el nombramiento mientras no se subsanen las inconsistencias.
En medio del laberinto jurídico, la realidad es clara: Bucaramanga no tendrá elecciones este año. Las supuestas atípicas del 14 de diciembre se desvanecen entre apelaciones, recursos y objeciones formales. La Registraduría Nacional no tiene calendario electoral activo, ni el CNE ha emitido resolución convocante.
La situación deja a la capital santandereana atrapada en una especie de limbo administrativo. La ciudad —que ya venía golpeada por una crisis política tras la salida de Beltrán— deberá seguir funcionando bajo encargo, con decisiones parciales y limitadas.
Desde los sectores empresariales y académicos se ha advertido que esta prolongada interinidad afecta la ejecución de proyectos estratégicos, frena la inversión y deteriora la confianza ciudadana.
“Es lamentable. Bucaramanga no puede ser la ciudad donde siempre pasa algo y nada se resuelve”, dijo un analista político consultado por Colombianísimas.
El panorama es desalentador: habrá terna, pero no alcalde, y las urnas seguirán cerradas hasta las elecciones locales de 2026, cuando Bucaramanga —esperemos— pueda por fin escoger en paz a un mandatario legítimo.
