Gobierno eliminará subsidio al diésel para carros particulares: golpe silencioso al bolsillo ciudadano en los Santanderes

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La eliminación del subsidio al diésel afectará principalmente a los dueños de vehículos particulares en Bucaramanga, Cúcuta y otras capitales. Mientras el Gobierno promete ahorro fiscal y transición energética, en los Santanderes crece la preocupación por los efectos económicos.

Gobierno eliminará subsidio al diésel para carros particulares: golpe silencioso al bolsillo ciudadano en los Santanderes
El santandereano Edwin Palma en contra de los santandereanos
La decisión del Gobierno Nacional de eliminar el subsidio al ACPM para vehículos particulares, oficiales y diplomáticos impactará de lleno a los conductores de Bucaramanga, Cúcuta y otras ciudades intermedias de los Santanderes. Aunque se presenta como una medida de equidad fiscal y sostenibilidad ambiental, muchos advierten que se trata de otro duro golpe a la economía ciudadana.

El Ministerio de Minas y Energía, en conjunto con Hacienda, anunció el desmonte progresivo del subsidio al diésel (ACPM) que actualmente favorece a automóviles de uso particular, carros oficiales y diplomáticos. A partir de los próximos meses, el precio de este combustible se ajustará al valor internacional.

El cambio se implementará inicialmente en 13 grandes ciudades, entre ellas Bucaramanga y Cúcuta, donde se estima que el impacto será significativo, sobre todo en sectores como el comercio, la agricultura mecanizada y el turismo rural, que dependen de camionetas diésel y vehículos 4x4.

La medida no afectará por ahora a vehículos de carga, buses, volquetas ni al transporte público, pero sí a los dueños de camionetas, automóviles y camperos de uso privado que hasta hoy pagaban un ACPM subsidiado.

Desde el Gobierno se argumenta que el subsidio representaba una “distorsión” que beneficiaba a propietarios de vehículos de alto costo con dinero público, lo que se considera injusto. Aseguran además que el ahorro para el Estado podría alcanzar los $300.000 millones anuales, recursos que podrían destinarse a inversión social o estabilización macroeconómica.

No obstante, en las regiones el anuncio ha causado inquietud. Líderes gremiales y veedurías ciudadanas han advertido que la eliminación del subsidio podría generar efectos colaterales como el incremento del transporte turístico, del campo a la ciudad, y la pérdida de competitividad en zonas rurales de difícil acceso donde el diésel sigue siendo el motor del desarrollo.

“Esto es como ponerle IVA al aire para los campesinos”, opinó un dirigente agrícola del sur de Santander, al señalar que gran parte de los tractores y maquinaria funcionan con ACPM, al igual que los vehículos de los pequeños productores.

Por su parte, expertos advierten que aunque se busca justicia fiscal, la medida llega en un mal momento, justo cuando las familias enfrentan inflación, tasas de interés altas y baja capacidad adquisitiva.