Gestión del Riesgo en Santander atiende emergencias por lluvias: más de 5.000 personas incomunicadas

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Más de mil familias damnificadas y 5.000 personas incomunicadas son la cara más dura de las lluvias en Santander. La fragilidad de la infraestructura y la lentitud en la inversión mantienen a las comunidades en vilo, mientras las autoridades luchan por contener una crisis que no da espera.

Gestión del Riesgo en Santander atiende emergencias por lluvias: más de 5.000 personas incomunicadas
La temporada de lluvias golpea con fuerza a Santander: más de mil familias damnificadas y al menos 5.000 personas incomunicadas revelan la dimensión de la crisis que hoy enfrenta el departamento. La Defensoría y los organismos de socorro hablan de un panorama crítico, donde la infraestructura vial y los acueductos rurales se han convertido en las principales víctimas del invierno.

El director de la Oficina para la Gestión del Riesgo de Desastres de Santander, Eduard Sánchez, confirmó que las emergencias se concentran en Galán, Onzaga y Aguada. En la vereda San Antonio, municipio de Aguada, el desbordamiento de la quebrada Alférez obligó a intervenir las bases del puente que conecta a decenas de familias campesinas. Maquinaria departamental ya trabaja en la protección de esta estructura para evitar un colapso mayor.

En Galán, una avenida torrencial en las quebradas La Bitoca, El Acerradero, La Negra y La Paramera afectó la vía secundaria hacia el Socorro y dejó incomunicadas a cerca de mil familias en sectores rurales como San Isidro, Hoya Negra, El Boquerón, Las Vueltas y La Siberia. Además, tres acueductos rurales resultaron afectados, lo que complica aún más la situación de la comunidad.

El panorama en Onzaga no es distinto: deslizamientos de rocas y arena en la quebrada La Leona bloquearon la vía hacia San Joaquín, aumentando la vulnerabilidad de la zona. Sánchez insistió en que los ciudadanos deben extremar precauciones, mientras los consejos municipales de gestión del riesgo trabajan en la remoción de material y habilitación de los corredores.

A la crisis vial se suman múltiples emergencias reportadas por la Defensa Civil en las provincias Comunera, Guanentá y Vélez: crecientes súbitas, caída de árboles, vendavales, colapsos de tejados y cierres parciales de vías. “Estamos en alerta permanente. La articulación con Policía, bomberos y autoridades locales ha permitido atender los primeros llamados, pero la magnitud de la temporada es preocupante”, advirtió Dudwing Villamizar, vocero de la Defensa Civil.

Aunque no se reportan heridos ni desaparecidos, las pérdidas materiales son altas y la angustia crece en las comunidades que permanecen incomunicadas. Desde la sala de crisis departamental se coordinan acciones para garantizar asistencia humanitaria y restablecer servicios básicos. "Necesitamos que nos ayuden con esta situación porque las consecuencias son graves" manifestó Carlos Andrés Barajas Martínez, un campesino de la zona. Sin embargo, el mensaje es claro: Santander enfrenta una temporada invernal que vuelve a poner en evidencia la fragilidad de su infraestructura rural y la urgencia de inversiones sostenidas en mitigación del riesgo.