Floridablanca vive una de sus peores crisis de seguridad y la Alcaldía sigue sin reaccionar

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El ataque con artefacto de aturdimiento en pleno casco antiguo es otro recordatorio de que la inseguridad en Floridablanca no da tregua, y de que la ausencia de acciones eficaces desde la Alcaldía agrava un problema que ya desborda a la ciudad.

Floridablanca vive una de sus peores crisis de seguridad y la Alcaldía sigue sin reaccionar
Un desastre la seguridad en el área metropolitana
La violencia y la intimidación se apoderan de Floridablanca, pero la administración del alcalde José Fernando Sánchez parece incapaz de frenar la creciente ola de inseguridad que hoy tiene a comerciantes y ciudadanos al límite.

La tarde del martes 5 de agosto, un artefacto explosivo de fabricación artesanal fue detonado dentro de un local comercial en la carrera 7 del casco antiguo de Floridablanca, a pocos metros de la Clínica Guane. El hecho no dejó heridos, pero sí generó pánico entre comerciantes y transeúntes que presenciaron la detonación.

Según la información preliminar, el artefacto —al parecer de aturdimiento— fue lanzado desde el exterior del establecimiento por un sujeto que logró huir. Una fuente judicial explicó que se trató más de un dispositivo de sonido que de una granada artesanal, ya que no causó daños estructurales.

Unidades del Grupo Antiexplosivos de la Policía de Bucaramanga acudieron al sitio para verificar el artefacto, mientras se investigan posibles vínculos del ataque con un caso de extorsión contra el propietario del negocio.

Lo ocurrido es un nuevo episodio dentro de un alarmante patrón de violencia que se extiende en Floridablanca: amenazas, extorsiones, hurtos y ataques que, día tras día, reflejan una ciudad cada vez más insegura. Sin embargo, desde la Alcaldía no se anuncian medidas contundentes ni resultados claros que permitan a los ciudadanos sentir que la situación está bajo control.

Mientras la Policía intenta esclarecer este caso e identificar a los responsables, la percepción generalizada es que Floridablanca atraviesa uno de los momentos más inseguros de su historia reciente y que la administración de José Fernando Sánchez sigue sin poner orden.