Fastidio en Santander: Petro llega a Bucaramanga con audiencias que pocos quieren escuchar
La visita de Petro a Bucaramanga despierta rechazo y fastidio en Santander. Acusaciones de movilización forzada de asistentes en buses y un clima de desconfianza marcan la audiencia pública que presidirá el presidente en la plaza cívica Luis Carlos Galán.

La visita del presidente Gustavo Petro a Bucaramanga este viernes 29 de agosto no despierta entusiasmo, sino rechazo. En Santander, la figura del mandatario genera fastidio, incredulidad y desconfianza. Y aunque la excusa oficial es realizar una audiencia pública en la plaza cívica Luis Carlos Galán Sarmiento para hablar de la reforma laboral y pensional, lo cierto es que su presencia incomoda a una región que siente haber sido castigada con la suspensión de recursos nacionales y tratada con desprecio desde la Casa de Nariño.
Una visita que huele a imposición
Sectores ciudadanos denuncian que se estarían utilizando buses para movilizar gente desde distintos municipios con el fin de llenar la plaza y aparentar respaldo popular. “Esto no es un encuentro espontáneo ni un diálogo real, es un show político armado para maquillar el rechazo”, advierten líderes comunitarios que aseguran que la asistencia será forzada, no voluntaria.
El trasfondo del disgusto
Petro pretende “reconciliarse” con Santander tras acusar al gobernador Juvenal Díaz de conspirar en su contra, pero el malestar sigue vivo. La suspensión de transferencias presupuestales para obras clave en el departamento ha sido leída como un castigo político, mientras las vías troncales del departamento siguen entre las peores del país.
El mandatario insiste en que defenderá sus reformas pensional y laboral, pero para muchos santandereanos su visita es otra provocación en un momento donde crece la percepción de desgobierno, improvisación y autoritarismo.
El mandato que se quiere ver terminar pronto
La sensación generalizada es que el país necesita pasar la página cuanto antes. “Aquí no se le quiere, aquí lo que hay es cansancio y hastío con su mandato”, expresó un dirigente gremial que pidió reserva de su nombre. Lo que podría ser una audiencia de socialización, en la práctica se traduce en un acto político que recuerda lo que muchos llaman la “petronegativa”: la incapacidad del gobierno de construir confianza.