El vacío del EOT en Barichara: años de negocios ilegales disfrazados de desarrollo y un foro ciudadano que busca romper el ciclo

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Barichara no se quedó sin EOT por negligencia: se lo arrebataron los alcaldes para hacer negocios. El Foro Ciudadano de septiembre busca romper con esa práctica histórica y devolverle al pueblo la planeación que le han negado por conveniencia.

El vacío del EOT en Barichara: años de negocios ilegales disfrazados de desarrollo y un foro ciudadano que busca romper el ciclo
Durante más de una década, la falta de un Esquema de Ordenamiento Territorial (EOT) vigente en Barichara no ha sido una casualidad ni un olvido técnico: ha sido el pretexto perfecto para que sucesivas administraciones locales abran la puerta a negocios ilegales, urbanizaciones a la medida de intereses privados y un turismo que crece a costa del agua y el patrimonio. Hoy, con el Foro Ciudadano EOT Barichara 2025, la comunidad busca poner fin a esa historia de manipulación política y exigir un plan que priorice el bien común sobre la codicia de unos pocos.

El problema de fondo: un municipio sin reglas claras
Barichara, catalogado como el pueblo más bonito de Colombia, enfrenta desde hace años una paradoja dolorosa: su belleza y atractivo turístico han sido usados como excusa para mercantilizar el territorio, mientras la planeación urbana y ambiental quedó en el limbo. El EOT vigente, aprobado en 2003, perdió su validez en 2015. Desde entonces, cada alcalde ha prometido actualizarlo, pero ninguno lo ha hecho.

Ese vacío ha servido como herramienta de poder. Sin un esquema vigente, decisiones clave sobre uso del suelo, parcelaciones rurales, permisos de construcción o expansión urbana han quedado en manos de los mandatarios de turno, que bajo la figura de “autonomía” han firmado licencias y favorecido negocios imposibles de justificar bajo un marco de planificación moderno.

Negocios al amparo de la ilegalidad
En los últimos años se han multiplicado las denuncias de parcelaciones en zonas de reserva, venta de lotes en áreas rurales sin servicios básicos y construcciones que presionan ecosistemas estratégicos. Todo amparado en la “ausencia de norma actualizada”. Esa situación, que debería ser un llamado a urgencia, se convirtió en la excusa perfecta para gobernar con discrecionalidad.

Los alcaldes han hecho de la falta de EOT un escudo: prometen actualizarlo en campaña, lo olvidan en el ejercicio del poder, y al final lo usan como justificación para decisiones que benefician a contratistas y empresarios amigos. No es exagerado decir que en Barichara la ausencia del EOT ha sido el negocio más rentable de la política local.

La presión ciudadana y el cabildo de 2024
Cansados de ver cómo el municipio se deteriora mientras las autoridades miran hacia otro lado, organizaciones sociales y ambientales convocaron en noviembre de 2024 un cabildo abierto que reunió a campesinos, jóvenes y ciudadanos de todas las veredas. Allí se evidenció lo que muchos intuían: el agua de las microcuencas se está agotando, la presión turística sobrepasa la capacidad del municipio y el patrimonio cultural está amenazado por construcciones improvisadas.

De ese cabildo surgió un plan de trabajo y el compromiso de llevar las demandas a un escenario más amplio: el Foro Ciudadano EOT Barichara 2025, que se realizará este 21 de septiembre.

Un ejercicio ciudadano contra la política del negocio
La organización comunitaria Mesetas, junto con la Fundación Barichara Regenerativa, ha movilizado a más de 225 campesinos en 15 veredas, ha formado a 28 jóvenes como reporteros comunitarios y ha involucrado a 60 niños en la cartografía afectiva “Sueños Vivos”, donde los más pequeños dibujan cómo imaginan su territorio.

Natalia Ortiz Ochoa, vocera de Mesetas, lo resume sin rodeos: “El foro no es un evento académico ni un saludo a la bandera. Es el primer paso para recuperar Barichara de manos de quienes han hecho negocios con el vacío de planeación. Queremos que se deje de gobernar para contratistas y se empiece a gobernar para la comunidad”.

Lo que está en juego
El encuentro del 21 de septiembre entregará resultados preliminares del diagnóstico territorial construido desde la base ciudadana. Será, además, el momento en que las autoridades locales deberán enfrentarse a la evidencia de que el pueblo ya no acepta la excusa del “EOT vencido”. La presión recae sobre la Alcaldía y la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS), que aportarán recursos para los primeros estudios técnicos, pero la ciudadanía advierte que no permitirá un nuevo ciclo de dilaciones.

Sin un esquema actualizado, el futuro es incierto: las microcuencas seguirán deteriorándose, el turismo continuará desbordado, los servicios públicos colapsarán y la calidad de vida de los habitantes se verá comprometida por decisiones improvisadas. En otras palabras, Barichara corre el riesgo de convertirse en víctima de su propio atractivo.