El tercer carril: La “obra eterna” que mantiene exasperados a los florideños
Años de espera y obras inconclusas han convertido el tercer carril en Floridablanca en un símbolo de frustración ciudadana: los trancones empeoran y las soluciones no llegan, mientras la paciencia de los habitantes se agota.

La construcción del tercer carril en la autopista de Floridablanca pasó de ser una esperanza para miles de habitantes a un motivo de descontento diario. La lentitud de los trabajos y la ausencia de soluciones reales frente al caos vehicular han colmado la paciencia de los ciudadanos, que exigen menos promesas y más resultados ante los interminables trancones que paralizan la ciudad.
Un proyecto atrapado en promesas
La construcción del tercer carril en la autopista de Floridablanca, promocionada como la panacea para resolver los históricos problemas de movilidad en la zona metropolitana, se ha convertido en símbolo del retraso y la frustración ciudadana. Aunque el proyecto fue anunciado hace más de una década, los cronogramas incumplidos y la lentitud en la ejecución tienen a la población cansada de los trancones diarios y la falta de soluciones tangibles.
La realidad en las calles
• Congestión diaria: Conductores y residentes sufren extensos trancones en horas pico, llegando a circular a menos de 10 km/h en los tramos críticos. Las quejas por el “desorden vial” y la invasión del espacio público por vehículos mal estacionados se multiplican, especialmente en sectores como Cañaveral y la salida hacia Piedecuesta.
• Obras a medio hacer: Expertos y veedurías han advertido que, más allá de algunas intervenciones en glorietas o tramos cortos, las grandes promesas de movilidad urbana siguen en los papeles. El avance del tercer carril está marcado por retrasos que superan 14 meses, atribuibles tanto a problemas de planeación como a paros y contrataciones ineficaces.
• Desgaste social: Los florideños expresan un profundo cansancio ante la situación. La ciudadanía denuncia que mientras los problemas de movilidad se agravan, la información oficial sobre avances y plazos es insuficiente o poco clara. El espacio público se usa como parche para el estacionamiento informal, acentuando el desorden.
Falta de obras estructurales
A pesar de las millonarias inversiones anunciadas, solo se han visto mejoras menores en zonas muy puntuales y los proyectos determinantes para la fluidez de la movilidad siguen sin concluirse. El intercambiador “Papi quiero Piña” y otros planes complementarios muestran algunos avances, pero en la práctica el flujo vehicular apenas mejora y la molestia de los habitantes crece.
Una urgencia ignorada
Con miles de vehículos entrando y saliendo de Floridablanca a diario, la demora en las obras perpetúa el colapso en el tráfico y afecta directamente la calidad de vida, la economía local y la imagen de la ciudad. Mientras tanto, el clamor de los ciudadanos, cansados de excusas, se resume en una exigencia clara: menos anuncios y más soluciones reales en la vía.
Floridablanca necesita que el tercer carril deje de ser una promesa repetida y se convierta, de una vez por todas, en una obra terminada que devuelva la movilidad y la tranquilidad a su gente.