El Porvenir: el abandono vial que desnuda la inoperancia de la alcaldesa de Sucre
Lo que viven los campesinos de El Porvenir es el resultado de la inoperancia de la Alcaldía de Sucre. La alcaldesa Nelcy Téllez ha reducido la tragedia de las vías rurales a un discurso de excusas, mientras el cacao se pierde y las familias cargan con millones en pérdidas.

Lo que ocurre en El Porvenir no es una simple dificultad de invierno: es la consecuencia directa de una administración local que lleva años improvisando. La alcaldesa Nelcy Téllez Marín, en lugar de soluciones estructurales, ha reducido el drama de cientos de familias campesinas a excusas de “no hay recursos”.
Una protesta que destapa años de desidia
El pasado martes, los habitantes de El Porvenir tardaron ocho horas y media en recorrer apenas 65 kilómetros hacia el casco urbano de Sucre. Un trayecto que debería tomar poco más de hora y media se convirtió en una odisea entre barrizales, lazos improvisados y motocicletas que avanzaban a punta de equilibrio.
Al llegar, la comunidad bloqueó las vías y protestó frente a la Alcaldía. El reclamo fue claro: una intervención inmediata en la carretera La Granja – El Porvenir, que lleva años sumida en el abandono.
Pérdidas millonarias por la ineptitud administrativa
El cacao, principal sustento de la zona, se pudre en las fincas porque los compradores no logran ingresar con sus camiones. Los campesinos calculan pérdidas de más de $300 millones en apenas semanas, al no poder comercializar la carga.
“Hace dos semanas se nos perdió mucha cosecha porque no entraron los compradores. El precio bajó, y cuando quisieron comprar, ya no pudimos sacarlo”, denunció Wilfan Quiroga, joven productor de la región.
La alcaldesa y sus excusas
Las quejas recaen directamente en la alcaldesa Nelcy Téllez Marín, quien insiste en que no tiene recursos para atender los 447 kilómetros de vías rurales del municipio. La mandataria se excusa en la categoría presupuestal de Sucre y plantea como “solución” la posibilidad de endeudarse para comprar una sola retroexcavadora.
Pero la realidad es otra: el banco de maquinaria municipal está inservible y lleva meses esperando repuestos. “El último mantenimiento serio de esta carretera fue hace cuatro años”, aseguran los campesinos, que se sienten condenados a la soledad estatal.
Un llamado que va más allá de las promesas
El Porvenir es hoy un espejo de la inoperancia y falta de gestión de la administración municipal. No basta con culpar al Gobierno Nacional o al departamento: es la Alcaldía la que debe liderar las gestiones, buscar convenios, presionar al Invías y gestionar recursos.
Mientras la alcaldesa se refugia en las excusas, los campesinos cargan con las consecuencias: cosechas perdidas, productos encarecidos, movilidad precaria y una sensación de abandono absoluto.