El hijo de Rodolfo Hernández ataca, pero olvida su propio prontuario
Los ataques de Rodolfo Hernández Jr. contra Juan Carlos Cárdenas carecen de credibilidad: un investigado por la Fiscalía, misógino confeso y mantenido de su padre no tiene la autoridad moral para hablar de ética ni de liderazgo político.

En redes sociales apareció nuevamente Rodolfo José Hernández Oliveros, hijo del excandidato presidencial Rodolfo Hernández Suárez, criticando la precandidatura presidencial del exalcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas. Pero el discurso del heredero del “ingeniero” genera más preguntas que aplausos: ¿con qué autoridad moral habla alguien señalado de misoginia, investigado por la Fiscalía y que toda su vida se ha ufanado de ser un mantenido de los negocios de su padre?
El hijo de Rodolfo arremetió con frases despectivas contra Cárdenas, burlándose de su gestión y tildándolo de “mister guarapo” y “fiasco” para la ciudad. Sin embargo, sus señalamientos carecen de sustento sólido y chocan con su propio historial. Basta recordar que el mismo Hernández Jr. fue el primero en posar sonriente en fotos junto a Daniel Quintero y Francia Márquez, hoy figuras del petrismo, a quienes en su momento apoyó. ¿Entonces de qué habla ahora cuando pretende pintarse como crítico del actual rumbo político del país?
Investigaciones y cuestionamientos
La Fiscalía mantiene una investigación en su contra por la presunta divulgación de videos íntimos de una mujer, un hecho grave que lo perfila como misógino y que lo deja sin autoridad para dar lecciones de ética pública.
Además, en múltiples entrevistas el propio Hernández Jr. ha admitido vivir siempre de la fortuna y los contratos de su padre, sin esfuerzo personal reconocido. Su trayectoria política y empresarial es inexistente: lo único que ha hecho visible es beneficiarse de la imagen de Rodolfo Hernández Suárez y aparecer en escándalos.
El ataque a Cárdenas
Cárdenas, por su parte, respondió recordándole a la opinión pública los verdaderos intereses del clan Hernández. Señaló que detrás de los ataques está la frustración porque, durante su administración, se negó a destinar más de $30 mil millones de recursos públicos para un negocio privado de la familia Hernández: la compra del Club Unión. “Toda mi vida mi compromiso ha sido con la ética y con la transparencia. No cogí los impuestos de los bumangueses para negocios de familia”, enfatizó el exalcalde.
Doble moral y oportunismo
Las palabras de Rodolfo Jr. terminan evidenciando una doble moral descarada: mientras señala con dedo acusador a otros, arrastra un prontuario personal y familiar que no ha podido explicar.
La pregunta que queda es simple: ¿cómo puede alguien bajo investigación penal, con antecedentes de violencia simbólica contra las mujeres y beneficiario de los recursos de su padre, pretender dar lecciones de política y de decencia pública.
