El desespero de Álvaro Rueda: de títere político a huérfano de poder
Álvaro Rueda, hoy huérfano de poder tras perder el control de la Alcaldía de Floridablanca, enfrenta su ocaso político y descarga su frustración atacando al gobernador de Santander, incluso oponiéndose sin fundamentos al desarrollo del Hospital Universitario.

La caída política del representante Álvaro Rueda se hace evidente. Hoy, sin la Alcaldía de Floridablanca en manos de sus principales patrocinadores, Ángel Alirio Moreno y Miguel Ángel Moreno, Rueda enfrenta el peor momento de su carrera: quedó huérfano de poder, sin base política sólida y con un panorama que anuncia su desaparición del escenario departamental.
El golpe de no tener un fortín electoral como Floridablanca lo dejó sin piso y sin oxígeno. Lo que antes parecía un proyecto político con proyección hoy se reduce a la desesperación de un congresista que no logra sostener su capital político y que, ante la inminente derrota, ha optado por atacar al gobernador de Santander, Juvenal Díaz Mateus.
En su obsesiva fijación contra la administración departamental, Rueda ahora se opone al desarrollo tecnológico del Hospital Universitario de Santander (HUS), un proyecto de alto impacto para la salud pública de la región. Sus intervenciones, carentes de fundamentos técnicos o argumentos serios, evidencian más un berrinche político que una postura responsable.
Lo que queda en el ambiente es claro: un representante sin rumbo, que perdió la oportunidad de consolidarse en Floridablanca y que hoy solo encuentra refugio en ataques sistemáticos contra el gobernador. La política no perdona la debilidad ni la mezquindad, y en el caso de Rueda, la historia ya empieza a ubicarlo en el rincón de los que se quedaron sin nada que ofrecer.