De la mano del senador Jaime Durán, el exgobernador Mauricio Aguilar se va pa’ la guandoca

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El exgobernador Mauricio Aguilar fue imputado por prevaricato. Ignoró recusaciones y manipuló la elección de la CDMB. Su padrino político, el senador Jaime Durán, observa cómo el castillo de poder que construyeron juntos empieza a derrumbarse.

De la mano del senador Jaime Durán, el exgobernador Mauricio Aguilar se va pa’ la guandoca
El blindaje político de los Aguilar parece resquebrajarse. Esta vez, la Fiscalía General de la Nación le imputó cargos al exgobernador de Santander, Mauricio Aguilar Hurtado, por el presunto delito de prevaricato por acción, tras su participación en uno de los episodios más turbios de los últimos años en materia ambiental: la irregular elección del Consejo Directivo de la CDMB, la entidad más poderosa del oriente colombiano en temas ambientales y contractuales.

La investigación indica que Aguilar, el 24 de febrero de 2023, se hizo el de la vista gorda ante varias recusaciones presentadas —incluyendo una en su contra— y, aun así, continuó con la votación que terminó beneficiando a cuatro alcaldes del área metropolitana de Bucaramanga. Todo a pesar de las advertencias sobre conflictos de interés.

La decisión del exgobernador, respaldado entonces por su padrino político, el senador Jaime Durán Barrera, permitió que un proceso plagado de irregularidades siguiera adelante, hasta que el Tribunal Administrativo de Santander tumbó la elección y el Consejo de Estado ratificó la nulidad. En otras palabras, la jugada política de Aguilar y su círculo no solo fue ilegal, sino torpe.

Fuentes judiciales señalaron que la Fiscal Delegada ante la Corte Suprema le imputó formalmente cargos al exmandatario, acusándolo de haber violado los principios de transparencia y legalidad en una entidad que, durante su administración, fue señalada de favoritismos y manejos amañados en la adjudicación de contratos.

La audiencia de imputación se llevó a cabo ante el Tribunal Superior de Bogotá, y aunque Aguilar no aceptó cargos, su defensa comienza a tambalearse. En Bucaramanga, muchos recuerdan cómo durante su mandato, la CDMB se convirtió en fortín político, con decisiones acomodadas a los intereses del clan Aguilar y del senador Durán, quienes, de manera silenciosa, movían los hilos desde el Congreso.

Mientras tanto, en los pasillos del poder, ya se comenta que este proceso podría ser el principio del fin para el emporio político Aguilar-Durán, un tándem que ha sobrevivido a escándalos, investigaciones y denuncias, pero que ahora enfrenta una imputación directa que podría llevar a Mauricio Aguilar a la cárcel.