Crisis en la infraestructura escolar de Bucaramanga: colegios en ruinas y una Alcaldía que llega tarde
Colegios de Bucaramanga enfrentan un grave deterioro estructural mientras la Alcaldía responde con promesas y lentos planes de intervención.

La infraestructura educativa de Bucaramanga atraviesa una de sus peores crisis en años. Varios colegios presentan daños estructurales, techos colapsados, paredes deterioradas y problemas de humedad que amenazan la seguridad de miles de estudiantes, docentes y personal administrativo.
Entre los planteles más afectados se encuentran el José María Estévez, Eloy Valenzuela (Salesiano), Dámaso Zapata (Tecnológico), Bicentenario, La Malaña, el María Cano y una sede del INEM, todos con afectaciones graves que han obligado al cierre de salones y, en algunos casos, a la reubicación de estudiantes.
El caso más crítico: José María Estévez
Ubicado entre los barrios San Miguel y Candiles, el colegio Técnico-Empresarial José María Estévez enfrenta una emergencia que ilustra la magnitud del problema. La humedad ha deteriorado la planta física al punto de provocar la caída de un muro, dejando cuatro salones inhabilitados. Allí estudian 500 jóvenes en jornada regular y 70 más los sábados.
El rector, Juan de Dios Ortega, advierte que la situación es insostenible y que urge una intervención para evitar mayores riesgos.
Otros colegios en peligro
El Liceo Patria vivió un episodio similar: hace dos semanas, un muro exterior colapsó y hasta hoy no se ha avanzado en su recuperación.
El Bicentenario, en su sede B, sufre daños en cañerías y filtraciones que han dejado inoperables varios salones.
El María Cano y La Malaña padecen desprendimiento de techos y acumulación de aguas lluvias que aceleran el deterioro.
La imagen es la misma en cada institución: escombros en pasillos, paredes cuarteadas, aulas clausuradas y estudiantes obligados a desplazarse a otros colegios para continuar sus clases.
La respuesta oficial: planes y promesas
La Alcaldía de Bucaramanga asegura que ya estructuró un proyecto para intervenir estos planteles, el cual está en fase de gestión de recursos ante las instancias correspondientes.
Según Martha Cecilia Guarín Lizcano, secretaria de Educación, en el José María Estévez los daños se concentran en muros y zonas comunes, y se trabaja de la mano con la Secretaría de Infraestructura para acelerar las obras. La funcionaria añade que se priorizarán los casos de mayor riesgo y que, en el caso de La Malaña, ya existe un plan de intervención.
No obstante, la comunidad educativa considera insuficientes las respuestas y reclama acciones inmediatas que no solo resuelvan la emergencia, sino que garanticen un mantenimiento preventivo para evitar que estas condiciones se repitan.
Mientras tanto, los niños y jóvenes de Bucaramanga siguen asistiendo a colegios con muros debilitados, techos dañados y estructuras que, en cualquier momento, podrían convertirse en un riesgo mayor.