Bucaramanga en riesgo: cuatro alcaldes en pocos meses y un presupuesto convertido en botín de ladrones
Con cuatro alcaldes en pocos meses y vigencias futuras por $177 mil millones en juego, Bucaramanga enfrenta el riesgo de que los mismos sinvergüenzas de siempre se repartan el presupuesto como botín.

La anulación de la elección de Jaime Andrés Beltrán abre un escenario vergonzoso para Bucaramanga: en menos de seis meses, la ciudad tendrá cuatro alcaldes distintos, cada uno con la facultad de firmar contratos y comprometer vigencias futuras.
En medio de este desorden, lo que está en juego no es la gobernabilidad, sino la posibilidad de que los mismos sinvergüenzas de siempre se roben hasta el último peso del presupuesto.
Las alarmas se prendieron cuando Beltrán, a punto de salir, convocó al Concejo a debatir vigencias futuras que amarran recursos hasta 2026. En total, $177 mil millones para entidades como Tránsito, Bomberos, Cultura, Empleo y Deporte, justo cuando la ciudad debería estar cuidando cada centavo y esperar un alcalde en propiedad. Los debates se han acelerado con una diligencia sospechosa, más propia de quienes buscan asegurarse contratos antes de que se les acabe el festín.
Ciudadanos, analistas y líderes sociales coinciden en algo: Bucaramanga no puede seguir en manos de una clase política que, en lugar de pensar en la gente, convierte cada transición en una oportunidad para robar. La historia se repite y el riesgo es claro: que al próximo alcalde le entreguen la ciudad con la olla raspada, el futuro hipotecado y la vergüenza tatuada en la memoria colectiva.