Boletas gratis y la politiquería de Beltrán andando

La Feria Bonita 2025 comenzó a mover a Bucaramanga con la entrega de boletas para los conciertos gratuitos, pero lo que debería ser una fiesta cultural terminó convertido en otro capítulo de politiquería. Largas filas se registraron desde el jueves en la Alcaldía y en varios centros comerciales para reclamar las entradas, en un proceso que, más que transparente, parece diseñado para hacer campaña con recursos públicos.

Los conciertos de este año —programados para los días 5, 6, 7 y 12 de septiembre en la Plaza Cívica Luis Carlos Galán— reúnen a artistas de renombre como Yeison Jiménez, Grupo Niche, Pipe Bueno, Redimi2 y Dr. Krápula. El atractivo es innegable, pero el trasfondo es claro: el alcalde Jaime Andrés Beltrán está utilizando la feria como vitrina política, repartiendo boletas como si fueran favores personales, mientras la ciudad enfrenta problemas mucho más graves que no encuentran solución.

Críticas al uso político de la Feria

Distintos sectores de Bucaramanga cuestionan que el mandatario insista en mostrar los conciertos como un logro suyo, cuando en realidad los recursos provienen de la administración municipal y son financiados con los impuestos de los bumangueses. “No es Beltrán quien regala, es la gente que paga con sus impuestos”, dicen voces críticas, que además señalan que este tipo de prácticas buscan fidelizar simpatizantes de cara al incierto futuro político del alcalde, cuya elección fue anulada por el Consejo de Estado.

Mientras tanto, los ciudadanos hacen largas filas para obtener una boleta que debería ser distribuida con criterios de equidad y no de show político. “Se sienten como rifas de favores, no como una política cultural seria”, comentó un líder cultural de la ciudad.

El espectáculo y la realidad

La programación musical incluye el Festival de la Familia, el Súper Concierto, el Festival de la Carranga y el BucaraRock, todos de entrada gratuita. Sin embargo, para muchos bumangueses este despliegue contrasta con la falta de inversión en cultura comunitaria, escenarios deportivos y programas de formación artística.

Lo que se promociona como la “Feria Bonita del pueblo” termina siendo una feria del populismo: boletas gratis para la foto, filas interminables para la gente y más politiquería en torno a un alcalde cuestionado que busca mantenerse vigente a punta de espectáculo.