Atentado en plena 27 destapa el fracaso del “Plan Candado”: sicarios disparan a quemarropa y se burlan de la seguridad en Bucaramanga
Los sicarios no solo dispararon en pleno día: se llevaron consigo la última gota de credibilidad del “Plan Candado”, convertido en la mayor farsa de seguridad de la administración Beltrán.
Ni cámaras, ni retenes, ni discursos oficiales: la violencia sigue desbordada en Bucaramanga y el cacareado “Plan Candado” quedó en evidencia tras el atentado sicarial ocurrido este viernes en pleno corazón del barrio Sotomayor, a pocas cuadras de un foro político.
Hacia la 1:00 p.m., dos sicarios vestidos de negro, a bordo de una motocicleta Pulsar de placa AKF-19F, abrieron fuego contra una camioneta Nissan DUN-751 en la concurrida carrera 27 con calle 45. El conductor, un hombre que viajaba junto a una mujer, recibió dos impactos: uno en la cabeza y otro en el tórax. Testigos describen una escena de pánico, con comerciantes y transeúntes tirándose al suelo para evitar las balas.
La víctima fue trasladada de urgencia a la Clínica San Luis, donde ingresó a cirugía. Hasta ahora, las autoridades no han revelado su identidad. Lo que sí confirmaron es que el ataque ocurrió a escasas cuadras de un evento político con precandidatos presidenciales del Centro Democrático, aunque aseguraron que no existe relación con el foro.
Pese a la gravedad del hecho, la respuesta oficial fue la misma de siempre: activar el “Plan Candado”, analizar cámaras de seguridad y prometer capturas “en las próximas horas”. La realidad es que los sicarios huyeron sin problemas por la calle 45, demostrando que la estrategia de seguridad del actual gobierno local es poco más que un saludo a la bandera.
El secretario del Interior de Santander, Óscar Hernández, aseguró que ya se tienen datos de la moto utilizada y que se ejecutan cierres viales en la ciudad. Sin embargo, la ciudadanía no tarda en señalar la ineficacia de un esquema que no previene los ataques ni devuelve la sensación de seguridad. “Aquí matan a la gente en pleno día, en la zona más vigilada, y los responsables siempre se esfuman”, expresó indignado un comerciante del sector.
Este nuevo ataque deja claro lo que muchos repiten a gritos: el “Plan Candado” no sirve para un carajo. La violencia sigue dictando la agenda en Bucaramanga mientras el alcalde Jaime Andrés Beltrán se aferra a un discurso de “ciudad segura” que se desploma con cada tiroteo.
