Anillo Vial Girón – Floridablanca: una vía nacional convertida en trampa mortal
El Anillo Vial Girón–Floridablanca es hoy un campo minado de huecos y riesgos mortales, con un Invías ausente y un alcalde de Floridablanca que mira para otro lado.

Lo que debería ser un corredor estratégico para descongestionar la autopista entre Girón y Floridablanca se ha convertido en una peligrosa trampa para miles de conductores. El Anillo Vial, bajo responsabilidad del Gobierno Nacional a través del Invías, hoy se parece más a una trocha que a una carretera principal. Cráteres, falta de retornos, ausencia de iluminación y un mantenimiento inexistente convierten cada trayecto en una ruleta rusa.
En el recorrido, los huecos son tan numerosos y profundos que la comunidad asegura que ya han cobrado vidas. Uno de los más peligrosos, ubicado cerca de una estación de servicio y un almacén 24 horas, ha reventado llantas, dañado suspensiones y provocado accidentes. “En sentido Girón–Floridablanca hay un hueco enorme que ha dejado a muchos conductores varados. Además de los daños mecánicos, el riesgo de un siniestro es altísimo”, denunció José Velandia, un conductor afectado.
El peligro se agrava de noche, cuando la vía permanece a oscuras. “Ya no sabemos a quién reclamarle. Al esquivar los huecos, algunos terminan chocando. Esto es un abandono total”, advierte Velandia.
Otro punto crítico está cerca de los mausoleos y la planta de tratamiento de aguas residuales. Líderes de la zona contabilizan más de 20 huecos en apenas unos metros de vía, un panorama indignante para una ruta por donde transitan a diario cerca de 10.000 trabajadores.
Pero el desastre no se limita al pavimento: la falta de retornos obliga a recorrer hasta cuatro kilómetros para cambiar de sentido, aumentando tiempos y costos de transporte. Esta precariedad ha llevado a que conductores intenten maniobras temerarias, como subirse al separador, lo que ha causado accidentes mortales. En enero, una motocicleta que intentaba cruzar provocó un choque múltiple con saldo de 12 heridos.
El Invías, responsable del corredor, no ha realizado obras de mantenimiento desde hace años. Aunque este tramo está incluido en un convenio que contempla recursos para la vía Palenque–Zipaquirá, en la práctica, las intervenciones nunca llegaron. En 2014, la construcción de redomas y retornos fue anunciada como “posible”, pero quedó en promesas.
Mientras el Gobierno Nacional no responde, la Alcaldía de Floridablanca brilla por su ausencia. El alcalde José Fernando Sánchez parece más concentrado en su agenda política que en garantizar la vida de los conductores que a diario se juegan la suerte en esta vía. Su silencio y pasividad frente a esta emergencia vial envían un mensaje claro: el riesgo de los ciudadanos no es prioridad para su administración.

En el área metropolitana, los días y las víctimas fatales se siguen acumulando, mientras la solución permanece engavetada.