Anillo Vial Externo: El compromiso está, pero la CDMB tiene el freno de mano echado

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El proyecto del Anillo Vial Externo Metropolitano está listo para arrancar, pero la CDMB mantiene el freno de mano echado. Mientras la Gobernación y el consorcio constructor cumplen con la adquisición de predios y los estudios técnicos, la licencia ambiental sigue sin llegar.

Anillo Vial Externo: El compromiso está, pero la CDMB tiene el freno de mano echado
El consocio vial espera la licencia ambiental de la CDMB para avanzar en las obras.
El Anillo Vial Externo Metropolitano —proyecto clave para destrabar la movilidad del área metropolitana de Bucaramanga— avanza en la adquisición de predios, pero aún no puede iniciar obras porque falta una pieza crucial: la licencia ambiental, que debe ser entregada por la CDMB.

La Gobernación de Santander, en cabeza del general (r) Juvenal Díaz Mateus, ha manifestado su firme compromiso con esta obra estratégica para la conectividad regional. Desde el inicio del mandato, el gobernador elevó la ambición del proyecto al proponer una vía bidireccional de doble calzada, en lugar del diseño inicial de un solo carril por sentido. Pero para lograrlo, es indispensable adquirir más predios, y en esa tarea ya se han firmado las primeras 12 escrituras oficiales.

“Estamos comprando los terrenos necesarios para hacer realidad esta vía moderna y de alto flujo, como se la merece el área metropolitana”, señaló la secretaria de Infraestructura, Jesica Juliana Mendoza Ramírez, quien también confirmó que los pagos correspondientes a los propietarios ya comenzaron a ejecutarse.

En total, se deben adquirir 361 predios a lo largo de un tramo de 28 kilómetros que conectará a Girón con Piedecuesta, descongestionando arterias saturadas y reduciendo de forma significativa los tiempos de desplazamiento. El proyecto, además, no solo busca mejorar el tránsito vehicular, sino potenciar el desarrollo económico y logístico de Santander.

Sin embargo, la pelota ahora está en el campo de la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB). El consorcio constructor, que ya tiene listos estudios técnicos, personal e incluso maquinaria, no puede comenzar obras sin la aprobación ambiental correspondiente.

Fuentes cercanas al proceso han confirmado que, pese a la voluntad institucional y el interés privado, el silencio de la CDMB mantiene en vilo el cronograma de ejecución. En una zona con alta presión urbanística y con crecientes necesidades de infraestructura, el tiempo perdido puede costar millones, además de profundizar los problemas de movilidad y competitividad.

“El proyecto está maduro y es prioritario. Solo falta voluntad para destrabar lo que ya está caminando”, advierten funcionarios al interior de la gobernación.

El llamado de la Gobernación es claro: que las entidades competentes no sean el obstáculo de las soluciones estructurales que reclama Santander. Porque hoy, más que nunca, el departamento necesita obras que no se queden en discursos, sino que se conviertan en realidades sobre el terreno.

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