Aldea Guane: ¿nuevo atractivo turístico o el próximo elefante blanco de Santander?
La Aldea Guane arranca con promesas de desarrollo turístico, pero la sombra de Panachi, el Santísimo y otros elefantes blancos obliga a preguntarse si Santander está a punto de repetir, una vez más, la historia del despilfarro disfrazado de cultura.

Santander insiste en fórmulas fracasadas: otro megaproyecto turístico nace entre promesas grandilocuentes y el fantasma del despilfarro.
En Santander parece que las lecciones no se aprenden. A pesar de los millones enterrados en proyectos turísticos que no han devuelto ni una fracción de lo invertido —como el Panachi y el Santísimo—, la Gobernación y la Alcaldía de Los Santos han puesto en marcha el llamado Parque Cultural y Turístico Aldea Guane, otra obra faraónica que promete “potenciar el turismo” y “rescatar la cultura”, pero que corre el riesgo de engrosar la lista de monumentos al despilfarro.
Con maquinaria y ceremonias de “primera piedra”, el proyecto arranca a la sombra de promesas que ya hemos escuchado: “vista privilegiada al Cañón del Chicamocha”, “circuito turístico nacional e internacional” y “desarrollo económico para la región”. Palabras calcadas de los discursos que en su momento vendieron Panachi y el Santísimo… y que hoy siguen generando gastos de mantenimiento con ingresos muy por debajo de lo proyectado.
El plan incluye zonas gastronómicas, un museo de la cultura Guane y una estructura “en forma de sinfonía musical”. El problema no es la intención de preservar la historia o embellecer la región; el problema es que, en Santander, esos planes suelen quedarse en render colorido y discursos de inauguración, mientras las cifras de visitantes reales jamás justifican los costos multimillonarios.
El gobernador Juvenal Díaz y el alcalde Diego Mendoza venden la obra como parte de un “gran circuito turístico” que conectaría con otros puntos ya construidos. Sin embargo, ese circuito se parece más a una ruta de elefantes blancos que a un motor de desarrollo: Topocoro, el Centro de Eventos de Girón, el Cerro del Santísimo, Panachi… todos con presupuestos inflados y utilidades dudosas.
La pregunta es inevitable: ¿cuántos millones más está dispuesta Santander a enterrar en proyectos turísticos que se promocionan como salvavidas económicos, pero que acaban siendo monumentos al derroche? La Aldea Guane podría ser un homenaje a la cultura Guane… o un nuevo altar a la mala planificación y la politiquería disfrazada de “turismo cultural”.