Advierten cierre total de la vía Cúcuta–Ocaña: mientras la Alcaldía de Ocaña roba con comparendos falsos, la región sigue hundida en el abandono
La crisis en Ocaña ya no da espera: entre comparendos falsos que indignan a la ciudad y una comunidad que amenaza con cerrar la vía Cúcuta–Ocaña, el abandono estatal y la corrupción local tienen a la región al borde del colapso.

Ocaña vive una tormenta social y política. Mientras el alcalde y la inspectora de tránsito son señalados por la ciudadanía de “robarle la plata a los ciudadanos con comparendos falsos”, la región sigue sumida en problemas estructurales que no encuentran solución. La indignación crece no solo en la ciudad, sino también en las carreteras, donde la comunidad del sector de El Tarrita anunció que paralizará la vía Cúcuta–Ocaña si no hay respuestas inmediatas a sus exigencias.
Han pasado ya más de dos años desde que una avalancha de lodo y tierra arrasó con esta zona de Ábrego, destruyó cultivos y dejó en ruinas el corredor vial. Desde entonces, lo único que han recibido los campesinos son reuniones, diagnósticos y promesas incumplidas. El tramo sigue deteriorado, las familias damnificadas continúan sin reparación integral y los subsidios nunca llegaron.
Los habitantes, cansados del olvido estatal, mantienen bloqueos intermitentes: cada cuatro horas permiten el paso durante una hora. Sin embargo, líderes comunales advierten que el próximo viernes cerrarán totalmente el corredor si el Gobierno Nacional y la Unidad de Gestión del Riesgo no se hacen presentes. “Estamos mamados, agotamos todos los recursos. Si no cumplen, la vía se cierra por completo”, sentenció Wilman Ortiz, vocero de la comunidad.
Lo que se ve hoy en Ocaña y sus alrededores es el reflejo de un abandono que se agrava por la desconfianza hacia sus autoridades locales, acusadas por los mismos ciudadanos de llenarse los bolsillos mientras los problemas estructurales se multiplican.